sábado, 24 de noviembre de 2012

Donnez-moi la vie

Buenos Aires te despertaste gris. Y con tus esperanzas de zambullirte en cada vida, te has metido en la mía.

Buenos Aires siempre te deseé. Y te miro y no hay nada mejor.

Antes, cuando apenas podía tocar tu esencia muy poco, irregularmente, te veía tan lejana y tan poderosa. Temía que me comieras, como embaucaste tantas historias.

Buenos Aires, sacás el aliento. Y porque más que entre bocanada y bocanada de aire, me renuevo, me quitás, asfixiando mis fantasías, todo el deseo de vivir contigo.
Buenos Aires, retenés amores imposibles. Amores lejanos. Retenés infidelidades, no las contás, te las guardás como un confidente cómplice de muchas maldades humanas.

Buenos Aires dame algo, dame una razón para no quererte, dame alivio de penas, dame realidad. No permitas que te sueñe tanto, dame realidad. Dame vida.